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En empresas grandes o con más de una sede, es muy importante contar con un responsable o un departamento encargado del facility management. Te contamos qué significa este término y cómo se puede beneficiar a tus empleados.
El término facility management se refiere a la gestión de edificios o sedes de una empresa, así como de los servicios disponibles en cada uno de ellos. En español podría traducirse como “gestión de la propiedad” o “gestión de las instalaciones”.
Se trata, por tanto, de un concepto muy amplio y que abarca una gran cantidad de tareas y funciones: desde la limpieza de las instalaciones hasta el correcto funcionamiento de aseos, sistemas de climatización, etc.
Aunque en empresas pequeñas muchas de estas necesidades se pueden cubrir con los empleados de perfil técnico o de intendencia, en compañías con muchos empleados o varias sedes se hace necesario el papel de uno o más facility managers que actúen como supervisores y coordinadores de todos los procesos.
Los servicios se pueden dividir en dos grandes grupos: por una parte, los hard services o servicios principales del propio edificio y, por otra, los soft services o servicios y tareas ofrecidas por empleados. Es importante entender que ambos son necesarios para el buen funcionamiento de la empresa.
Si pensamos en un ordenador se entiende fácilmente esta separación: el hardware es el propio equipo y el software es el conjunto de programas que nos permiten trabajar con él y cumplir nuestros objetivos de trabajo.
Del mismo modo, el facility management incluye hard services como el buen funcionamiento de la instalación eléctrica y soft services como el trabajo de los electricistas.
En DLF Group contamos con amplia experiencia en la gestión de mudanzas de oficinas y ofrecemos servicios de facility management. Hemos constatado que las empresas que cuentan con este tipo de servicios consiguen crear un ambiente de trabajo más accesible y humano para los empleados.
Además, cualquier proceso de desplazamiento o reto logístico al que se enfrenta la compañía se solucionan mucho más rápidamente y con una menor inversión en recursos humanos y materiales.
En definitiva: el facility management permite ahorrar tiempo y esfuerzo y mejora la productividad y el bienestar de los empleados.
